Cualquier cosa puede tramatizar a un niño. Especialmente Ia violencia
muda, ciega y absurda, a la que no se Ie puede dar ningún sentido ni
razón. Lo que puede contribuir al trauma es el silencio. Un niño puede
soportar o no el espectáculo de la corrida de toros ni más ni menos que
un adulto. EI niño puede aprender y comprender, igual que lo puede hacer
un adulto. Puede rápidamente percibir la diferencia entre el hombre y
el animal, y sobre todo, entre el animal admirado y temido como el toro,
y el animal afectuoso y querido como su perro o su gato. Y la corrida
de toros puede ser la ocasión para que los padres den explicaciones
sobre los signos del ritual (hecho al que los niños son especialmente
sensibles), dialoguen con ellos sobre la vida y la muerte, y también
ofrezcan las explicaciones pertinentes sobre el comportamiento animal y
el arte humano. La corrida de toros, por sí misma, no es ni
"traumatizante" ni "educativa". Lo que puede contribuir a traumatizar a
los niños es el miedo de los padres a traumatizarlos. Al contrario, es
el deseo de los padres de compartir sus alegrías y hacer comprender a
los niños un espectáculo tan singular, lo que puede resultar educativo.
Tomado de: http://www.voyalostoros.com/productos-taurinos.html#la-corrida-como-espect%C3%A1culo
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