LA
PUNTILLA, EL ARRASTRE Y EL DESCUARTIZAMIENTO
finalmente,
se le da la puntilla para intentar seccionar la medula espinal. si la medula no
es seccionada sino solo dañada, el toro no esta realmente muerto, sino con un
cierto grado de parálisis y es arrastrado vivo y consciente (en Murcia, en
septiembre de 1979, el toro se levanto cuando era arrastrado). aun en el caso
de que la medula quede seccionada, la cabeza del toro sigue viva unos minutos,
por lo que siente perfectamente el dolor al cortarle las orejas. el toro nunca
llega totalmente muerto al segundo acto de la carnicería, en esa trastienda de
la plaza donde ya no hacen falta lentejuelas para descuartizar. lo mas terrible
de esta historia no es tanto morir como ser torturado hasta la muerte por
diversión. y todo esto en nombre de la virgen de la macarena, de la virgen de
la soledad y del Jesús del gran poder!
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