Camilo E. Rincon Jimeno
Ensayo
La cultura es el conjunto
de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social. El concepto de arte es entendido
como cualquier actividad realizada por el ser humano con una finalidad estética o comunicativa, donde se expresan ideas y emociones mediante diversos recursos, como los plásticos, lingüísticos, sonoros o mixtos. El arte es además un componente de la cultura, ya que en él se
reflejan ámbitos económicos y sociales, al igual que la transmisión de ideas y valores, pertenecientes a
cualquier cultura humana a lo largo del espacio y el tiempo. Entonces, ¿en
realidad será la tauromaquia una actividad que no involucra ni arte ni cultura?
La tauromaquia se
refiere a todo lo relativo a la práctica de lidiar con toros,
tanto a pie como a caballo, además
incluye todo el desarrollo previo al
espectáculo como tal, desde la cría del toro hasta la confección de la vestimenta
de los participantes, además del diseño y publicación
de carteles y otras manifestaciones artísticas o
de carácter publicitario.
La lidia de toros tiene una tradición
milenaria. Es uno de los pocos restantes de antiguas culturas orientales,
evidente en cuevas antiguas donde el toro es representado mediando arte
rupestre. Su sentido de espectáculo fue influenciado principalmente por los
griegos y romanos, cuando se celebra la primera corrida de toros en el año 1133
por el Rey Alfonso VIII. Esta actividad se remonta a la Edad de Bronce, hoy
conocida como corrida de toros y es una parte considerable de la cultura de los
países donde se practica.
El toreo como espectáculo es una combinación de elementos culturales y artísticos, brindados a través de un fuerte trabajo en equipo que incluye la labor hecha desde las ganaderías, los toreros, las cuadrillas, hasta los mismos espectadores que aportan interés ante el arduo trabajo de las personas que hacen posible que esta actividad sea llevada a cabo. La tauromaquia es la evolución de la ganadería en los mataderos urbanos que comenzaron a construirse en España durante el siglo XVI. Los ganaderos aportaron creatividad e innovación a la muerte de su ganado, creando y criando a su vez, una especie única e invaluable como lo es el toro bravo o toro de lidia, el cual gracias a sus especiales características como el pelaje, su cornamenta, temperamento y porte, es seleccionado y empleado únicamente para los espectáculos taurinos.
En la historia de España
siempre se ha honrado el papel del toro como el mejor ejemplo de su arte y
parte realmente importante y fundamental de la cultura. En las corridas de
toros se resalta el papel de fuerza, masculinidad, fertilidad y valor
representado por el toro, en el momento que el torero se enfrenta a él y logra
matarlo bajo unas técnicas reglamentadas, se le atribuyen todos los valores de
los cuales el toro era el símbolo.
La tauromaquia incluye además, todo lo que tiene que
ver con la confección de la ropa del matador quien debe portar un traje de
luces y demás participantes dentro del espectáculo, así como las
manifestaciones artísticas relacionadas con la actividad; en cada corrida hay
una banda instrumental, que a través de ondas sonoras define la calidad del
toreo. Dentro de la fiesta entonces, los participantes se lucen con sus pasos
elegantes, el manejo de sus apeos, como lo son el capote y la muleta, que involucran un trato delicado
y esforzado tanto con las manos como con el cuerpo entero, por parte de los
toreros.
Dentro de la fiesta, se enfrentan dos poderes, el del
toro y el torero. El animal, considerado el más fiero del universo, expresa su
bravura y nobleza, poniendo en riesgo permanente la vida del diestro que tiene
en frente. El torero, que mediante su destreza y pases artísticos logra
controlar la fuerza bruta y someter al animal a un embestir limpio y
controlado. Al conjugar esos poderes, tanto toro, como torero enfrentados en
franca lid, generan un espectáculo artístico puesto que la sutileza del maestro logra dominar
poco a poco la embestida profunda y la arremetida descontrolada de la fiera.
Sin dejar atrás el papel que desempeñan las
cuadrillas, donde el arte, baile y
gallardía del manejo de los capotes y de la banderilla, brindan una conexión
permanente entre las dos partes de la fiesta
brava.
Otro factor importante que influye en el fomento de
esta actividad es la parte económica. En el caso de España, los espectáculos de
las corridas de toros son la segunda actividad de masas que más atrae gente,
como evento cultural, los asistentes son tanto nativos como turistas. De esta
manera se crean múltiples oportunidades de trabajo tanto directo como indirecto.
Esta actividad es un apoyo económico para la producción de carne de los
ganaderos.
En Colombia existen más de ciento veinte ganaderías
que se dedican a la crianza del toro bravo. Cada finca genera múltiples empleos
directos entre mayorales, vaqueros, empleados y auxiliares, etc. que se verían
de un día a otro desempleado, haciendo más latente la grave situación de un
sector tan deprimido como el Agro Colombiano. De forma indirecta genera
recursos a través de la adquisición de insumos como lo son la alimentación, los
medicamentos, la maquinaria, las maderas y alambres para los cercados,
construcción de corrales, básculas, etc. Toda ganadería de toros de lidia
genera trabajo para el sector de la medicina veterinaria.
En torno a cada uno de los toreros y
novilleros se generan fuentes de empleo. Su cuadrilla que incluye picadores y
banderilleros está conformada por cinco personas cuya única actividad es la de
colaborarle al torero a la hora de encarar al toro. La confección de sus trajes
de luces, industria en la cual Colombia ocupa un lugar preferente con respecto
a la tauromaquia en América. Todos los elementos de torear entre capotes,
muletas, estoques, banderillas, puyas, petos, sillas de montar, trajes de
campo, es producción netamente nacional. Es importante, además resaltar el
trabajo que estos artistas generan a fotógrafos y publicistas, ya que el
material que estos generan es fundamental en la labor de mercadeo que los encargados
que son otro empleado más que depende de un matador, adelantan ante empresas,
medios de comunicación y público en general.
A lo largo del año se genera también una
gran fuente de empleo para el sector transportador con el traslado de los toros
y novillos desde las fincas a las plazas de toros, de los caballos de picar y
para el paseo de cuadrillas, las mulas de arrastre, cabestros, etc., Y asimismo
la movilización de toreros, subalternos, periodistas y aficionados que por vía
terrestre e incluso aérea asisten a la Fiesta Brava en toda el país.
Por otro lado, todas las entidades
organizadoras de eventos taurinos, en las plazas principales y en las numerosas
plazas de la Provincia Colombiana, contrata numerosos servicios de logística
que son indispensables para el montaje del espectáculo. Esto incluye personal administrativo,
personal médico y de enfermería, taquilleros, porteros, acomodadores,
carpinteros y pintores, areneros, monosabios, mulilleros, bandas de músicos,
personal de aseo y vigilancia. Generan también trabajos indirectos a través de
la contratación de carniceros para la venta de las carnes, la contratación de
transporte especializado para ganado de lidia y múltiples trabajos para la industria
de impresión gráfica a través de toda la propaganda, carteles, boletería,
afiches, listas de precios, papelería de tipo general, que requiere un
espectáculo de tan alta calidad.
Aunque la temporada taurina se lleva a
cabo en cierta época del año, el correcto mantenimiento de las plazas de toros
fijas y permanentes se requiere durante todo el año con la participación de
ingenieros, electricistas, albañiles, pintores, carpinteros y fontaneros. Además
de los trabajos generados en el montaje y en el traslado de las plazas
portátiles que permiten que la fiesta brava abarque la mayor cantidad de
audiencia, constituyendo así fuentes de ingresos a los sectores de más bajos
ingresos.
De manera externa, la fiesta taurina da
lugar a que en las afueras de las plazas de toros se comercializen múltiples
artículos que produce también la industria nacional como cojines, capas,
abanicos, sombreros, sombrillas y parasoles, comida, bebida, etc. Y que
involucra la oportunidad de trabajo del personal que se encarga de la
distribución y la labor de atención y ventas.
Es tanta la influencia artística y
cultural que pintores, escultores, escritores, periodistas, fotógrafos y músicos
encuentran en la tauromaquia una fuente de inspiración para sus obras. Y además
del beneficio propio de las actividades artísticas, se generan ingresos por la
comercialización de las mismas, porque esta actividad tiene un gran impacto
social y economico. Es importante resaltar que destacados artístas como Federico
García Lorca, Francisco de Goya, Pablo Picasso y nuestro gran Maestro Fernando
Botero, han encontrado en la fiesta de los toros argumentos suficientes para
plasmarla en numerosas y bellas obras de arte. La Tauromaquia se ha caracterizado
por siempre haber sido promotora de múltiples expresiones de carácter
artístico.
Los hoteles, restaurantes, bares,
cafeterías, agencias de viajes, y toda la infraestructura de estas industrias,
encuentran en las corridas de toros un beneficio directo y evidente y se verían
seriamente afectados con la desaparición de las ferias y fiestas que se
desarrollan alrededor de la fiesta brava.
Es una realidad el hecho de que los
impuestos directos e indirectos que genera la temporada taurina son una gran
ayuda, tanto para el Gobierno Central, como para la economía departamental y
Municipal. Según estadística de la plaza de toros, La Corporación Taurina de Bogotá,
le ha entregado hasta la fecha al Distrito Capital, recursos año a año que en
total son ocho mil doscientos sesenta y siete millones dos mil ochocientos
ochenta y nueve pesos ($8.267.002.889.00) para el mantenimiento de la red de
parques de la Capital de la República. ¿Cuál otro espectáculo público tiene más
acogida cultural para generarle a Bogotá este nivel de ingresos? Son más de
50.000 las personas que asisten solo a la Plaza de Toros de Santamaría a
disfrutar de los festejos taurinos. Lo cual nos permite afirmar que la
tauromaquia en Colombia esta realmente arraigada a nuestra cultura.
Además, es este trabajo lo que ha permitido que el toro de lidia llegue al siglo XXI sin los peligros de extinción que si tienen otras especies del reino animal. Todos los toros de casta que existen en el mundo pertenecen a los ganaderos que han venido realizando un cuidadoso proceso de cuidado y selección de esta particular especie animal durante siglos. Ya que este peculiar ejemplar no existe de forma silvestre, quien quiera convertirse en ganadero de casta no puede ir a ningún sitio en el mundo a capturar unos toros y unas vacas. Debe acudir a aquellos ganaderos que por tradición familiar han mantenido viva esta especie, tildada como la más fiera del mundo.
De acuerdo a esto, debemos entender que una medida, supuestamente para proteger al toro de lidia, traería como consecuencia la extinción de una especie animal cuya existencia se remonta varios siglos atrás. Es sencillo y por contradictorio que nos parezca, la existencia del toro bravo encuentra su fuente de vida en las corridas de toros.
En conclusión, a nadie se le puede obligar a asistir a un espectáculo contra su voluntad, siendo algo completamente natural que todo arte se preste a distintas interpretaciones. Pero desde una perspectiva en pro del desarrollo de un espíritu de convivencia, tolerancia y respeto, debemos aceptar que hay una población bastante amplia que disfruta de la tauromaquia. Porque la fiesta brava es arte y es cultura. Y es por esto mismo es que la tauromaquia no es una actividad ni clandestina ni ilegal.
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